SENCILLOS PASOS PARA CUIDAR UN CACTUS

Los cactus son plantas con puntiagudas espinas y tallos carnosos, que consiguen un gran almacenamiento de agua. Provienen generalmente de zonas desérticas, donde se fueron adaptando a las necesidades climatológicas, cambiando sus hojas por espinas.

Aunque suelen tener una forma redonda para evitar la evaporación del agua, hay una gran diversidad de cactus que es difícil no encontrar uno que encaje en un rincón de nuestra casa, dando un original toque de decoración. Los hay de todos los tipos, formas y colores.

Son plantas muy fáciles de cultivar y mantener, son resistentes a la sequía a largo plazo, soportan situaciones extremas de agua, altas temperaturas y luz. Los cuidados que necesitan estas pequeñas plantas no son tan distintos a los demás, pero para evitar problemas, te vamos a enseñar cómo cuidar un cactus para mantenerlo sano. ¡Ellos lo agradecerán!

 

Agua
Cuando empieza la primavera, y va desapareciendo el riesgo de heladas, es momento de regar con cierta frecuencia, una vez cada 10-12 días. Puedes aumentar la frecuencia de forma progresiva hasta llegar a los meses más cálidos, y regar cada 5-8 días, según las zonas.

En otoño debes reducir la intensidad del riego, y regar cada 8-10 días, espaciándolo cada vez más para que las plantas puedan entrar en reposo, hasta casi anular el riego durante diciembre y enero, para evitar que se pudran. Como mucho, se puede regar suavemente cada 20-30 días en la temporada más fría.

Es mejor mojar todo el volumen del suelo, que varios riegos superficiales, y dejar secar bien la tierra entre riego y riego.

Calor
Durante el invierno, no deben estar en habitaciones muy cálidas, ya que las temperaturas por encima de 20ºC evitarán el reposo invernal, que es necesario para los cactus.

La mayoría de los cactus no soportan temperaturas por debajo de los 7ºC. No debe haber frío y humedad en el suelo o ambiente que les rodea.
Sol
Aunque todos los cactus necesitan mucha iluminación, no todos soportan los rayos directos del sol. Las especies con pelos, espinas fuertes o un número elevado de ellas, requieren pleno sol; mientras que las especies con pocas espinas, requieren luz indirecta o cierta sombra, además de ventilación.

Si la planta deja de crecer, adquiere un mal color o salen las raíces, es necesario trasplantarla a una maceta más grande que la anterior. La mejor época para hacerlo es la primavera, si se hace en invierno, la planta puede sufrir un retraso en la brotación. También es recomendable regar hasta pasados 3-6 días desde el trasplante, para dejar que cicatricen las heridas que se hayan podido producir.

Estos son algunos de los cuidados que debes tener en cuenta. Lo demás, lo harán la dedicación, el tiempo y el cariño que le dediques a tu planta. ¡Te sorprenderá lo fácil y económico que puede ser mantener un cactus en óptimas condiciones!

 

 

 

 

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