En los últimos años se ha vuelto muy popular la costumbre de hacer helados caseros, que son más económicos y sanos para los niños. Elaborando los helados a mano conseguiremos tener un control sobre los ingredientes que se utilizan, asegurándonos de que son naturales y que no se recurre a aromas o conservantes artificiales, perjudiciales para su dieta. Además, así podemos aprovechar para hacer los sabores que más gustan a nuestros hijos, buscar nuevas ideas y combinar sabores.
Para hacer estas recetas infantiles de helado no es necesario que cuentes con una heladera. Estos aparatos facilitan el enfriado y mezclado de la masa, pero podemos removerla a mano y obtener un helado muy cremoso. Lo principal es utilizar ingredientes como nata, huevos o frutas ácidas, que evitan la cristalización de la crema base y hacen que quede mucho más rico.
El helado de yogur se ha popularizado mucho en los últimos años, ya que es una de las recetas de helado más fáciles de preparar para niños. Aquí te proponemos una versión muy sencilla y rápida para cualquier ocasión.
Una de las ventajas del yogur helado es que su sabor suave y su textura cremosa suponen el contrapunto perfecto para acompañarlo de fruta, así animaremos a los niños a que tomen una merienda sana y rica.
Ingredientes
- 2 yogures griegos (o yogures naturales)
- 250 ml. de nata para montar
- 75 gr. de azúcar
Consejos: Este helado es ideal para acompañarlo de unas frutas frescas y dárselo a los niños en la merienda o en el postre. También lo puedes acompañar de un chorrito de chocolate o caramelo.
Preparación
- Batir ligeramente la nata (debe estar muy fría) con las varillas hasta que esté semimontada.
- Batir los yogures con el azúcar. Añadirlo a la mezcla anterior y batir hasta que se forme una masa cremosa.
- Para hacer el helado con heladera, llevar la mezcla a la nevera durante unas horas para que la mezcla se enfríe. Después, volcarla en el vaso de la heladera siguiendo las instrucciones del fabricante.
- Para hacerlo sin heladera, vierte la mezcla en un molde metálico y lo más plano posible (para que enfríe más rápidamente). Tapa con papel film transparente y lleva al congelador. Remueve la mezcla cada media hora durante las primeras tres horas, para romper los cristales de hielo.
¡Y ahora solo te queda disfrutar con tus pequeños!